Búsqueda personalizada

jueves, 1 de febrero de 2007

Recuerdos Cárcel - Edgard


Después de los encuentros, me quedaba horas pensando en los temas hablados, algo puntual que confirmara su inteligencia, la imagen de sus manos entre las piernas, mi gesto de desconcierto o incomodidad y lo no dicho, que en mi caso pesan como los silencios de a dos que a veces se instalan y dejan grietas.
No me atreví a preguntarle nada concreto, sentía más que curiosidad por saber el porqué de tanta perversidad, que sensaciones lo atrapaban al escuchar gritos de desesperación, al mirar ojos aterrorizados, al salpicarse de sangre ajena.
Cómo si adivinara la no pregunta me dijo – El bien y el mal no existen solos, son parte de lo mismo, yo soy capaz de ambos hasta tocar los extremos.
Su piel muy oscura y sus ojos extremadamente claros parecían confirmar lo dicho.
Me estremecí, no por lo que él era capaz de hacer sino por lo que yo jamás podría y no supe – una vez más- permanecer callada, necesitaba que me confirmara ese final implícito de cualquier pensamiento, tan obvio e innecesario como la pregunta que le hice- ¿ Y en el medio? , -En el medio – contestó con la seguridad que yo no tenia, - el resto, la mediocridad o la nada, como más te guste
.

No hay comentarios: