Con frecuencia, desde mi ingreso al penal para realizar el Taller de Comunicación, recordaba una larga charla con un amigo y su afirmación de que la palabra es el recurso - por excelencia - que poseemos quienes somos incapaces de la acción y en mas de un aspecto tenia razón cuando definía al conjunto como "paralíticos sociales". En las marginadas por ese mismo conjunto social, ocurre lo contrario.
Si decir actuando,es una afirmación categórica. Si es verdad que cuando hablamos postergamos la acción del cuerpo, se me ocurre que muchas mujeres están allí, porque no se han apoderado de la palabra como medio de expresión y cuando se omite el habla, la acción a veces resulta irreversible. Pienso en la violencia sufrida por mujeres sometidas a castigos físicos desde la infancia, donde no mediaba la palabra, una situación que se repitió de jóvenes con su pareja, y que finalmente todo lo no dicho lo ejecutan en un solo acto de muerte y terror. Desatan así el nudo de un silencio atroz, que les carcome la existencia, tan violento como el que impone la sociedad a quienes excluye deliberadamente, con la perversidad de mostrarles el lugar que les corresponde pero que jamas ocuparan. Para ellos se crean otros sitios, ocultos, donde se invisivilicen o contengan las reacciones a ese silencio, a esa impiedad, gestadas desde antes de nacer.
Si decir actuando,es una afirmación categórica. Si es verdad que cuando hablamos postergamos la acción del cuerpo, se me ocurre que muchas mujeres están allí, porque no se han apoderado de la palabra como medio de expresión y cuando se omite el habla, la acción a veces resulta irreversible. Pienso en la violencia sufrida por mujeres sometidas a castigos físicos desde la infancia, donde no mediaba la palabra, una situación que se repitió de jóvenes con su pareja, y que finalmente todo lo no dicho lo ejecutan en un solo acto de muerte y terror. Desatan así el nudo de un silencio atroz, que les carcome la existencia, tan violento como el que impone la sociedad a quienes excluye deliberadamente, con la perversidad de mostrarles el lugar que les corresponde pero que jamas ocuparan. Para ellos se crean otros sitios, ocultos, donde se invisivilicen o contengan las reacciones a ese silencio, a esa impiedad, gestadas desde antes de nacer.
Estabamos reconquistando la palabra mas allá de nosotras, porque las voces atravesaban el muro a través de la radio y retornaba atenuando la despersonalización a que están sometidas: más que poder decir, importaba ser escuchadas, en especial por la sociedad, que parece ser un enorme imán que las repele, al que le temen y les resulta difícil abordar.
Desahogar la acción: No maniatarla. Descubrirnos en cada encuentro, esperarnos con la necesidad del tiempo compartido pero además con la evidencia de estar haciendo. Un trabajo del cual éramos las destinatarias pero no excluyentes. Salíamos a la comunidad por una radio de FM , con las reflexiones del tema que nos preocupaba, para volver enriquecidas con otras opiniones, que en el caso de ellas también les manifestaba el saberse capaces y reconocidas
Desahogar la acción: No maniatarla. Descubrirnos en cada encuentro, esperarnos con la necesidad del tiempo compartido pero además con la evidencia de estar haciendo. Un trabajo del cual éramos las destinatarias pero no excluyentes. Salíamos a la comunidad por una radio de FM , con las reflexiones del tema que nos preocupaba, para volver enriquecidas con otras opiniones, que en el caso de ellas también les manifestaba el saberse capaces y reconocidas
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