FINITA, ESTIRADA, ATASCADA

Disiento, presiento, busco la palabra, la palabra que no puede finita, estirada, atascada en esa inmensidad que la despide abruptamente. Las que leo enredadas en laberintos me pierden, me nombran, me definen y yo sigo pensando que tampoco soy esa, ni la que me antecedió en la bipolaridad de lo bueno y lo malo sin para quien, sin para nadie que no fuera algún poder en el cielo o en el suelo. Soy una construcción permanente que no se puede ver antes y solo será, una nueva hoja y quizás sombra que no intercepte el sol , en el después.
Ser sombra sin interceptar el sol, desafío de pensarme simultánea y contradictoriamente. Vuelvo a empezar sin haber acabado nada, sin siquiera proponérmelo. También en el amor se recicla la materia y la energía constantemente, no podría detener el flujo, no podría dejar de imitar inconscientemente la vida como no podría la gota de agua en el mar, oponerse a ser nube que va a volver a caer.
Y la palabra? Acaso sea detener el tiempo para explicarlo una vez mas sin haberlo entendido una vez mas , finita, estirada, atascada en esa inmensidad que la despide abruptamente.

Ambidiestra confundo la derecha y la izquierda sin perder la destreza para no confundir el monstruo con el ángel que llevamos a cuestas. Piedras en la espalda de todas las mezquindades que no pudo pulir el amor.
Ser protagonista no me redime de otros tantos silencios, no de ausencia de palabras, sino de actitud, en ese minuto que no pude detenerme porque sus ojos estaban tristes y necesitaban de los míos.
Aquí me veo, en una superficie que no es espejo y sin embargo......más que a los rulos, los ojos pequeños, los labios anchos, me veo, pero no es la palabra que no puede finita, estirada, atascada en esa inmensidad que la despide abruptamente, es eso que la elige para mostrarme, que está detrás incluso del mismisimo intento de salirse de mi.