Búsqueda personalizada

martes, 11 de diciembre de 2007

CINCO MUJERES




La tarde se ha iluminado con la presencia de ellas, con sus voces, con el revuelo de papeles sobre la mesa y los niños en torno entre los juegos y el llanto.
Cuatro mujeres intercambiando la esperanza y el miedo.
Hemos leído poemas de Adrianne Rich, de Gioconda Belli, de Castellanos.
Hemos leído los poemas con nuestras propias lágrimas en los ojos.
No hemos preguntado mucho, no es necesario.
Algunas palabras son suficientes para comprender nuestras luchas personales: los mandatos internos, los deseos frágiles, los sueños siempre y las cosas por hacer y los deberes y lo que cada una pudo y lo que no.
Reunidas en esta casa pequeña y blanca, rodeadas de objetos hechos con los materiales de la tierra, entre tambores y lámparas de papel, mantas tejidas y caracoles, ha sido una tarde ritual.
Hay un hombre yéndose, una deriva y una pregunta.
La mesa se ha vuelto altar, piedra sagrada.
Aquí reunidas como cuatro hechiceras, brujas de las palabras.
Heridas y salvadas por la palabra.
Leemos los poemas como si nos leyéramos las manos. Sabemos que allí nos reconocemos y vislumbramos algo del pasado o del futuro, algo de lo que somos y de los que deseamos ser.
Cinco hechiceras ardiendo alrededor de la mesa, con los niños sobre las rodillas y los pañuelos.

La tarde se ha puesto clara e intensa bajo la lluvia.
Nos despedimos preguntándonos por esta agitación que nos pone en actividad sobre la rutina, que nos lleva por caminos inesperados, al encuentro de miradas que no siempre nos justifican y nos comprenden, pero que a veces se vuelven espejo o puente y entonces algo sabemos.
Nos despedimos preguntándonos por qué este errar tras ideas antiguas y difíciles, tras unos sueños que siempre están un poco más allá.
No tenemos respuestas, tal vez sea simplemente la sed.
La sed que después nos hace echar la cabeza hacia atrás y esperar toda la noche por una estrella fugaz o por la luna que crece, esa repentina luz que le pone sentido a los trabajos y los días.


laura forchetti
dorrego
entre la medianoche del viernes y las 6 a.m. del sábado

No hay comentarios: